FERNANDO G. TOLEDO
(San Martín, Argentina - 1974 - )
Fernando G. Toledo, poeta y periodista.
Nació en San Martín (Mendoza, Argentina) en 1974. Es Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Juan Agustín Maza (Mendoza, Argentina).
Ha publicado los libros Hotel Alejamiento (1998, editorial Diógenes), Diapasón (2002, Libros de Piedra Infinita), Secuencia del caos (2006, Ediciones Culturales de Mendoza, primer premio Certamen Provincial Vendimia 2006) y Viajero inmóvil (2009, Libros de Piedra Infinita).
Sus poemas han aparecido en diversas publicaciones. Entre sus distinciones figuran sendas menciones especiales en los certámenes Vendimia de 1998 y 2003 y el primer premio de este concurso, en 2006.
Además, su relato La luz mala fue incluido en el volumen Mitos y leyendas cuyanos, publicado por Alfaguara en 1998.
En su tarea de divulgador de los escritores de su tierra, publicó durante dos años la hoja de poesía Tiburón Amarillo, junto a Rubén Valle.
En 2002, fundó (con Hernán Schillagi) la editorial independiente Libros de Piedra Infinita, con la cual ha dado a conocer la obra de numerosos poetas. También con Schillagi fundó y dirige la revista virtual de poesía El Desaguadero.
Como periodista, comenzó su tarea a los 19 años, como redactor del suplemento joven de Diario Uno de Mendoza. Actualmente es jefe de espectáculos de ese periódico, periodista de Canal 7 Mendoza y de Radio Nihuil. Ha ejercido su tarea como crítico (teatral, cinematográfico, musical y literario) en diversas publicaciones de Mendoza, entre ellas Ubu Todo Teatro, y revista Primera Fila.
Por otra parte es creador y autor del sitio de internet Razón Atea, donde publica asiduamente sus ensayos sobre ateísmo y religión, y de Oído Fino, sobre música clásica.
Su página web es: fernandogtoledo.wordpress.com
Barricadas
Acaso diga y escriba y repita
Y gaste con la tinta y la voz nombres
Que no harán otro gesto que extraviar
Las llaves de algún reino sordomudo
Esto es un simulacro Nada puede
Más que parir largas filas de hormigas
Letras Señales de humo contra el mundo
Esquivo que no puede ser tocado
Pero acaso escriba mientras la noche
Estrecha el vínculo con esta casa
Que alimenta ecos como nodriza
De leches oscuras Acaso escriba
Describa una fruta en la mesa un grifo
Denuncie la distancia entre las cosas
/Nada pierde su cerrada unidad/
Acaso insista en poner por escrito
Formas figuras círculos viciosos
Y un sistema que sigue funcionando
Aire & vacío: El paisaje & el cuarto
Sostenes de una ficción pulmonar
Por la que el lenguaje respira pruebas
De estar asido aún a lo posible
Por eso acaso vuelva a repetir
El acto de calzarme una corona
Engarzada con palabras opacas
/Hegel: «El hecho primero mediante
El que Adán conquistó los animales
Fue imponerles un nombre Mejor dicho
Los aniquiló en su propia existencia»/
Pero este verso no sabe matar
Y menos sabe nacer el poema
Acaso entonces sólo gaste tinta
Y dibuje un mapa para extraviarme
En laberintos negros sobre blancos
Use como un manco una mano sola
Cómplice en el motín del alfabeto
Acaso diga y repita y escriba
Y en la saliva del habla se seque
El agua de este vaso que pronuncio
/La boca tiene sed y tiene lengua
Para beberse de un trago el silencio/
Acaso escriba largas despedidas
Reciba el último adiós de lo dicho
Porque decir es como abandonar
Porque escribir es elegir la sombra
Que acecha donde no llegan los ojos
Porque la red que arrojo de vocablos
Y acaso lo que hablo cuando sueño
Deba decirse escribirse caerse
Acaso porque sí o porque no
Porque las células siguen muriendo
Y es un hilo de sangre la escritura
Que ignora la ley recia de lo útil
Acaso porque arrecia el aire frío
De este diálogo entre adentro y afuera
Acaso escriba de nuevo y de nuevo
Diga y repita la primera letra:
Es lo que tengo Lo demás se ha ido.
De Secuencia del caos (Ediciones Culturales, Mendoza, 2006)
10
«Entonces prefiero quedarme quieto»
Solía decirme a mí mismo Quieto
Como un animal que oye una canción
Quieto como la estrella que de niño
Elegí para mí entre las del cielo
«Hacia dónde voy cuando no me muevo»
Preguntaba como si no pudiera
Saber que el tránsito es a la distancia
Lo mismo que la palabra al silencio
Pasajero del punto de partida
Que despide a los trenes detenidos
Voy a seguir aunque ya nunca avance
Seguir como un reflejo que persiste
Después de que el espejo se ha quebrado.
De Viajero inmóvil (Libros de Piedra Infinita, Mendoza, 2009)
Gesto en el universo
La abundancia sideral del mundo allá afuera
No parece bastarme por sí misma: busco
Entre toda esa madeja algo que volcar
En un poema Pero un perro se hace oír a lo lejos
Resolviendo antes que yo sus asuntos
Y pienso en esto que ahora
Voy a poner por escrito:
Un ladrido como un acto reflejo
Contra algo que se mueve en la noche.
De Mortal en la noche (2012, inédito)
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Poesía Contemporánea
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