AXEL ULISES VITE NAVARRETE
(México D.F., México - 1990 - )
Mi nombre es Axel Ulises Vite Navarrete. Nací el 4 de Octubre de 1990 en la Ciudad de México. Inicié mi actividad artística a temprana edad: cuando cursaba tercer nivel de secundaria escribí mis primeros poemas. Desde 2013 he colaborado con las revistas digitales Letralia, Tierra de Letras y Palabras Diversas. Además formo parte de la Red Mundial de Escritores en Español (REMES). Actualmente mi primer libro de poemas El escarabajo y el jilguero, se encuentra en proceso de publicación.
***
Mírame caer de la tanflora celeste
al ombligo del mundo
Envuelto en la fiebre de un begulato
olvidare un momento mi astucia
Y en este día también pondrás
la jabunaria sobre el fuego
y descansarás con tus pies desnudos
bajo el árbol nebular
donde muere el tempasto
con la garganta repleta de finos ropunos
No hagas caso del
gran relucario
con sus achaques de precisión
mírame ahora mírame caer sin sueño
sin riñones
sin hambre que estorbe en mi vuelo retromunaz
sin dios que ralentice el combate de mi corazón
sin un solo nomujilo que me canse
los brazos
Mírame que solo así
sabrás donde voy a nacer
***
Lapetulias a la hora del té
lapetulias como analgésico para los golpes fregulos
que da el tiempo
para dar sombra a los oprimidos
para aliviar la sed del extranjero
o como pomada en el pecho de los niños
Lapetulias enroscando su brazo
en los faroles
en parques y avenidas
y en todas partes
excepto en los diccionarios
***
Ya vienen las farenmulias
con su trote musical sonando en todas direcciones
y mira agitan armoniosamente sus pechos verdilásticos
—húmedos de soberbia y de la más rebelde alegría—
de tal manera que nace en los hombres
un jolgorio fraterno
(Sus muslos satinados con luces claras
atraen la mirada nubina de los insectos
que pasan despreocupados
por el borde de los ventanales)
Al paso ondean su bandera de flores inquietas
contagiando así a los peritolios que aún duermen
bajo la sombra tibia de algún árbol
Algunas —las más jóvenes me parece—
arrancan topulos de inocentes labios
que no encimitaron resguardo a tiempo
o bailan en torno a los ojos delpectopo
Y por si fuera poco
traen en sus espaldas blancas
blancas como la nieve de un invierno elegante y presumido
una gloria de antiguos varunios
que hace estallar en cada esquina
un anuncio irrefutable de esperanza
Son ellas las farenmulias
nacidas en la mágica flor de la nebulosa tropicunda
que en este día invocan al gríboldo celestial
con el tronar de sus pestañas
por lo que hay una majestuosidad indescriptible
en el lomo de los escarabajos rupicantes
en los trófugos que serpentean en cielo
con tal de combatir la muerte
(En este día un sol gallardo disfruta
pellizcar el ombligo pluridiscente de la tierra
y las golondrinas pasan con su vuelo triunfal
repartiendo nuevas voces a los saltaparios)
II
Escucha hermano
este canto de aves trupeas batiendo las alas
al ritmo de los motores lasterianos
los mismos que hacen funcionar las sonrisas
desde hace tiempo
con la faena rigurosa de sus engranes
Es el canto que entra en tu pecho sin pronunciar aviso
envuelve tu hígado con distintos aromas
y brinda a tus pulmones el turbalario de los días
¿Ves? Un rumor de alhelíes recorre tu sangre
y va subiendo, con la fuerza de los gopulos suspicaces
hasta alcanzar el sitio en que ropaga
tu primer beso
Tú también has de saltar
en cuanto las farenmulias toquen tu puerta
Olvidarás tu nombre tus quehaceres
y tu patria misma
irás con el viento entre las hojas aerostáticas
que comunican los faratulios de Dios
III
Es rápido pero firme
el sibalario que arrojan al pasar
En cuanto rapusionan por las calles
la ciudad se transforma
los niños retucan alegremente en parques y avenidas
guardan en sus manitas recuerdos fugaces
y alegres cometas desatinados
para luego dejarlos saltar entre las hojas secas
mientras que las muchachas en sus alcobas
con los ojos llenos de porvenir
abren de par en par
y con destreza felina sus munisterios
recibiendo al amor
y los poetas ellos bailan bailan
—poseídos por no sé qué diablo juguetón—
sobre los estularios de las casas
profetizando la corunia de algún tiramonio
impronunciable
Las farenmulias
en esta hora que no haya lugar en el reloj
rozan sobre los hiperdunios
sus muslos de acero plurisfáltico
su voluntad farenmúlica reverbera en hojas y ojos
antes de inmiscuirse en el perulio azul del horizonte
y dejarnos la primavera
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Poesía Contemporánea
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