Profesor en Letras egresado de la Universidad Nacional de Tucumán, posee –asimismo– un Postgrado en Ciencias Sociales (FLACSO, Buenos Aires). Ha realizado estudios de Filosofía y Teología. Ejerció la docencia en distintos niveles educativos –universitario, terciario, medio– y se desempeñó como Capacitador Docente del Ministerio de Educación de Tucumán, y de Programas de Formación Docente dependientes de organismos nacionales e internacionales. Participó como expositor en congresos y jornadas de su especialidad. Gestor cultural en su comunidad, jurado en certámenes literarios. En el año 2005 realizó estudios de perfeccionamiento en Italia becado por la “Società Dante Alighieri di Roma”. Ha obtenido numerosas distinciones literarias en cuento y poesía: Primer Premio Provincial de Poesía “Ricardo Rojas” 2004, Tucumán; “Premio Internacional de Poesía Inédita Pluma de Plata”, Córdoba, 2008; Mención “Premio Regional de Poesía Ciudad de San Miguel de Tucumán”, Tucumán, 2010; Finalista del “Premio Internacional Ángel Ganivet”, Finlandia, 2010; Mención en el Premio Internacional de Poesía “JunínPaís 2011” de la Editorial de Las Tres Lagunas, Junín, Buenos Aires. Cuenta con publicaciones literarias y de investigación lingüística en Argentina, España, Italia, Francia, Cuba, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile y Perú. Integra numerosas antologías. Su primer libro es “Poemas de Lodebar”, edición del autor, Tucumán, 2012.
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CONFESIONARIOS
Esto de derretirme
entre templos,
es por estrujarme como nube
sobre un hombre
que gotea en sed.
Esto de ser peregrino
de tantos atrios,
es por escribir en las piedras
que mis caminos claman
sus pasos a Compostela.
Esto de enclaustrarme
entre confesionarios,
es por mudar de piel,
como si pudiera
atrapar la paz
cubierto por rostros nuevos.
PECADOS
Nuevamente en crisis,
la casa me recibe
con oídos apagados,
y labios
que muerden en silencio
su manzana.
Cargo las estaciones
de una pasión
martillada con pecados nuevos.
Recorro el camino
hacia una hoja en blanco
donde dibujar cirineos.
Me arrodillo
como si fuese en salto
ante un fuego cercano.
Me crucifico en oraciones
de las que vuelan a mis manos.
Cuando regreso a casa
la paz
es un hueco.
Una fractura más.
PEQUEÑA FE
Volvió a unir las manos.
A hincarse en el rincón vacío.
A retornar a su habitación
con nostalgias de templos.
Se abrió en oraciones
con la fe emigrando del alma,
con la urgencia lloviendo en la boca,
con la orfandad
buceando su palabra.
Con la noche amaneciendo en cruces.
Con los ojos
oscureciéndose en llanto.
Con su oración
temblando en el barco.
Arrojó su rezo
a la tempestad del agua.
Y con los pies mojados,
ya no sintió
que se escuchara.