OTOÑOS

No decimos adiós a los ocasos
ni a la luz
o a la sombra,
solo nos vamos de a poco,
perdiéndonos a voluntad
en los recodos,
yendo a campo traviesa
sin prisa,
sin ruta cierta,
dejando en los espejos
la escarcha del tiempo,
abrigando
en la banca de los parques
el hielo del frenesí,
de las ansias,
en que el festejo
era sol de primavera.
,
Nos vamos,
entre las sombras,
buscando a tientas
la soledad que nos enamora;
nos vamos
persiguiendo obsesivamente
el recorrido de la luna
con los ojos gastados
de tantas vivencias.

Nos vamos sin huir.
solo por inercia,
en una marcha de pasos lentos,
poco a poco
mientras caen las hojas
en un otoño de amnesias..


¡BUEN DIA….BUEN DIA!

Dejó la voz,
en el cruce de las brisas,
en el canto de los gallos,
en el inmenso haz de luz
que abre a la aurora.
La dejó saludando
con ese temblorcito de encanto
en que se estremecía…
¡Buen día…Buen día!
,
Liberó la mirada,
la apartó con ternura
porque sintió la necesidad
de apagar sus ojos;
La soltó como a un pájaro
para que vaya en pos
de esas distantes fantasías
que jamás pudo alcanzar.
La dejo ir, sin lágrimas,
solo bajó los parpados
y se despidió de ella,
con el mismo saludo
con el que la abría…
¡Buen día….  Buen día!

Se fue sin equipaje,
sin drama,
solo dibujando,
 mientras se iba,
esa sonrisita desdentada
de viejito lindo que tenía.

Se quedó en silencio,
en un amanecer de nostalgias,
justo cuando el inmenso haz de luz
abría a la aurora
para despedirle mientras partía….
¡Buen día….  Buen día!


ABULIAS

No hace nada al hábito
si la rutina se inmuta
en un aquelarre de somnolencias,
y más aun si, a lo lejos,
se desviste el sol en el ocaso
para hacer su ronda de luna.

No hacen nada, sin turbulencia,
las nubes que se marchitan
en festivales de sombras,
si antes de ser gota muere la lluvia
en una sequía de auroras.

No hace nada al hábito
la manzana en la rama
si no hay paraísos sin exilios
ni ángeles caídos.

No hace nada el chiste
si en el andamio de la risa
vive enferma de abulia la gracia;
ni hace nada el pan de cada día
si hemos cerrado los ojos
para alimentarnos de sueños.

No hace nada la rosa sin espinas,
la brasa sin candela,
si no hay un beso,
una caricia,
que nos despierte el alma.