LIDA GARAY H.
(Villeta, Colombia - 19-? - )
Villetana de nacimiento, Bogotana por adopción. Autora del libro Versos encantados.
Mamá consagrada de tres y fanática de las letras. Hija de la caña de azúcar y la panela, amo mi tierra natal, mis raíces y mi familia, porque en ellos encuentro mi fuerza y mi motivo.
Convencida que las palabras y la poesía pueden cambiar el mundo. Con el favor de Dios, les dejo mis versos encantados, esperando que para ustedes sea tan agradable leerlos como lo fue para mí escribirlos.
Sitio web: http://amalida.blogspot.com/
ENCANTAS MI VIDA
¡Sí!... al igual que en los cuentos de hadas
tu sola existencia encanta mi vida,
sin ser hechicero cambias mi mundo
y sin ser musa... eres mi inspiración.
No eres el astro rey pero iluminas mi espacio,
estas omnipresente en mis pensamientos
y tus palabras me hacen perder la gravedad,
ha de ser por ello que tu compañía me tiene: "Encantada"
COMO EL AIRE
Simple como el aire
transparente,
abundante
y vital,
así es el amor
que me acompaña,
entra en mi cuerpo
inunda mis sentidos
y alimenta mis sueños.
Lléname la vida,
como el aire los pulmones,
inspira mis versos
alegra mi alma,
que al igual que el aire
te rodearé con un abrazo
y viviré en ti
en un pensamiento,
como un hermoso recuerdo.
UN DIA GRIS COMO HOY
Esta mañana desde la ventana de mi cocina en vano espere el amanecer
ya se quemaba el desayuno pero el sol no quiso aparecer,
sin entenderlo muy bien un halo de tristeza invadió mi corazón
y salí a la calle a mezclarme con un helado día oscuro y gris.
Mientras caminaba envuelta entre el abrigo y la bufanda
empecé a recordar un día como este hace veinte años
cuando una llamada antes del amanecer oscureció mi vida,
detuvo mi sol, nublo mi mente, enfrió mi alma y apago mi amor.
"Un día gris de marzo te perdí, para siempre
una llamada me anuncio que la muerte te recogía, sin dejarme ninguna opción
no volvería a sentir tus ojos negros y tu mirada alegre sobre mi,
tu boca no volvería nómbrame y yo no te volvería a ver"
Un frio inmenso invadió mi alma y mi abrigo no lo pudo calentar
mi cuerpo recordó sus besos, pero estaban muy lejanos ya!
Y aunque siete mil doscientos treinta días han pasado desde entonces
esta mañana fría y sin sol, me recordó la mayor pena de mi corazón.
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Poesía Contemporánea
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