MARISOL BAIER SEEWALD 
(General Lamadrid, Argentina - 1970 - ) 
 
  
 
Soy Marisol Cristina Baier Seewald, nací el 8 de diciembre de 1970, en General Lamadrid, Pcia de Buenos Aires, Argentina. 
 
Desde pequeña sentí una inexplicable necesidad de transmitir y comunicar mis humildes mensajes tanto a quienes me rodearon y me rodean, y con el sueño más grande de que sean también para el mundo entero. 
 
Mensajes que escribí, que dancé, que fusioné, que sumé, con otros seres que como yo sintieron y sienten esta grandiosa inmensidad, que explota del alma, que nace de lo más profundo del ser, del ser mismo, y que es incapaz de ser acallada. 
 
Escribo porque vivo, vivo porque escribo, y bailo la sublime gracia que dios me ha dado de intentar, al menos intentar transmitir no un mero sentimiento personal, sino miles de versos que como lluvia fresca, radiante y nueva llegue alguna vez a brillar más allá de cualquier frontera territorial. 
 
A cerca de mis "estudios académicos" 
 
-Licenciatura en comunicación social, UBA 
 
-Profesorado nacional y superior de danzas clásicas y españolas (ambos abalados y firmados por la señora Nanci Boca). 
 
¿Experiencia laboral? 
 
-Escritora de columnas de opinión en el bisemanario "Acción regional" de Las Flores, Pcia de Buenos Aires, desde el año 1992 hasta el 2002. 
 
Premios: 
 
-Mención de honor al poema “Mala conjunción” 
 
 
 
POEMA PRIMERO 
 
Derramo plegarias en tu cuerpo dormido. 
El tibio centro de tu designio 
ahora arde en mi propio deseo 
que jamás pretendió serlo. 
 
Quizá muera siquiera 
antes de ser lo que no puede ser concebido, 
ni vivido, ni sentido. 
 
Soy columpio y vaivén 
de tu espasmódico mirar lejano, 
del cautiverio 
de mis prohibiciones y desengaños. 
 
Fatua perfección soñada, 
metáfora añeja de rejas 
y luces que enceguecen. 
 
A veces tu nada sorprende 
y otras 
¡Tristemente! 
se torna vacía, urgida y lacerante 
 
 
HABITUALMENTE, YO... 
 
Habitual es que me cansé, 
habitual es que extirpé mi absurdo sentir, 
prolongando palabras 
que silencian todo, que gritan nadas. 
 
Habitual es que te diga en la cara: 
no me tocas... no me llegas... 
 
¡Mi alma aún espera! 
¿No puedes verme entera y reflejada en ella? 
 
Habitual es que estalle en piel 
y le lleve una flor tan nueva como mustia 
a la muerte de mi propio corazón. 
 
Tan habitual que por habitual 
mentirá mi sentir 
y habitará insolente 
recónditos espacios... 
 
a los que habitualmente no llegaste, 
a los que habitualmente no llegué, 
a los que ni vos ni yo 
habitualmente llegamos. 
 
Dime... 
calla... 
 
Besa cada una de mis heridas... 
¡Beso las tuyas! 
 
Serán viejas e histriónicas cicatrices... 
porque 
amarte hermoso mío... 
¡Amarte es hoy 
lo único que se hacer 
cada minuto e instante que respiro! 
 
 
CRUZARÉ TU MAR DE SOLEDAD 
 
Si tu sed se vuelve plegaria 
tu clamor estalla en melodía. 
Si te miras al espejo 
y ya no descubres ninguna sonrisa. 
 
Si el cabello se ha vuelto blanco, 
más blanco aún que la piel dónde vives tatuado e indeleble. 
Si aún más blanco parece hoy 
el destello enceguecedor... 
 
Entonces, 
sólo piensa en Mí... 
 
Si pronto todo se desvanece 
¡Tan pronto como jamás pudiste imaginar! 
y si tu rostro bañado en lágrimas 
no puedes siquiera libremente llorar . 
 
Si los fantasmas del desengaño, 
del dolor y la traición 
desafinan tu armoniosa fé 
sostenida eternamente en espíritu y corazón… 
 
Entonces MÍRAME 
Y ¡Con todas tus fuerzas! 
aférrate a la línea de mis ojos. 
 
 
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Poesía Contemporánea 
  
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