Poeta, enamorada de la palabra, educadora, amante del arte en general; del teatro, y de la belleza en todas sus manifestaciones.
Su amor por LA PALABRA trasciende y hace presencia en los aspectos importantes de su vida y en sus poemarios: Ciclo de amores( 1988), Privilegio (1991), Prisma (1993), Primavera en octubre (1998), Cabalguemos el Unicornio (2005), A Contraluz (2007) y finalmente, HOY ES POESÍA (2010).
Licenciada en Letras, graduada de la Universidad Del Valle de Guatemala y distinguida por méritos académicos. Obtuvo un Posgrado en Lengua y Literatura Española por el Instituto de Cooperación Iberoamericano de Madrid, España.
Se ha desempeñado como Catedrática en Centros Educativos de Enseñanza Media y en diversas universidades. Asimismo, ha colaborado con artículos en diferentes diarios del país.
Su experiencia en este campo, como en muchos otros, es muy extensa para plasmarla en detalle, pero podemos sintetizar calificando a Ana María Valdeavellano Pinot como una de las mayores exponentes de la poesía y como una trabajadora incansable en su labor docente a favor de la enseñanza del Idioma Español y de la Literatura en Guatemala.
Porque lo que
amo de ti, no se lo lleva el tiempo,
yo soy el escriba,
TÚ, la palabra
Cuando celosa y ofendida,
la PALABRA
toma su almohada
Y
se va
a dormir a la otra habitación,
angustiado,
el YO enamorado,
que ansía poseerla
se hunde en el terror
de su ausencia…
Entonces…
Busco tu cuerpo cálido,
después
de aprender y aprehender en él
la armonía del universo,
y de tu respiración,
sigilosas,
asoman
una a una las letras…
se enlazan, danzan,
juguetean, se acarician;
Y
Resignado
El soberbio YO comprende,
lo acepta, se ubica y
se repite:
yo, soy el escriba.
Remojas la pluma en el tintero
para
escribir en mi tiempo
palabras de caricia y piel.
Con círculos y óvalos,
mil trazos caligráficos,
preludias la escritura
de:
PLACER.
Capítulos de viajes,
compendios de aventuras,
lo real y lo fantástico
cien tomos de poesía…
TÚ
tienes los derechos,
titula ya, y firma
El Kamasutra de mi ser
Quise escuchar al lago,
lo miré fijamente,
para descubrir sus secretos.
Lució las líneas de sus aguas,
Coqueto, peinó los hilos de plata,
acomodó la corona de cerros y volcanes
y su collar de hombres santos.
Peinó el remolino de leyendas
y guardó silencio.
El bullicio en la ribera,
La muchedumbre
patos,
embarcaciones,
espuma y bullicio guardaron silencio.
De su silencio,
o mi silencio
surgió la voz:
“Mis secretos son tus secretos
Aguas y humano
compartimos devenir:
del agua,
entre el agua,
por el agua,
hacia el agua…
Vientre y estigia…
Aguas y humanos
Compartimos devenir…”
El horizonte es el lugar
donde el mar
navega hacia el cielo;
El amor es el lugar
donde la muerte y la vida
navegan hacia el infinito.