Nombre: Gildardo Gutiérrez Isaza
Nacionalidad: Colombiano
Ciudad: Medellín
Fecha de nacimiento: Mayo 10 de 1960
Soy escritor de generos como novela, cuento y poesia. Hago parte de algunas redes de escritores a nivel mundial como son Poetas del Mundo, Fundación Literaria Argentina Internacional, en la cual algunos de mis poemas han sido galardonados, siendo para el mes de diciembre escogido como escritor destacado; tambien hago parte de Sociedad Venezolana de Arte Internacional, Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos (SELAE), Poesia Pura (Foros poeticos), Union Hispanomericana de Escritores entre otros; publicandosen asi mismo muchos de mis poemas en revistas a nivel mundial. Soy un convencido que todos los poetas debemos luchar contra la crueldad y la ignomina de la guerra, contra el secuestro, la tortura y la desaparición de seres humanos a parte de escribirle al amor y a otros topicos de la vida diaria.
HUELLA DE DOLOR
La guerra me asedia marcando en mí huellas de dolor y sufrimiento
devastando mi ser, ausencia de mi mismo,
ausencia de tiempo y espacio.
La guerra me atormenta, lacera mi alma
como un agujero negro absorbiendo la tragedia.
Como un monstruo marino que despierta
extendiendo sus tentáculosla guerra lo invade todo,
lo llena de soledad, dolor y desesperanza.
La distancia entre la vida y la muerte se ahonda
como un oscuro e infernal precipicio
marcando la senda luctuosa del averno.
Levántate, escucha la tormenta del rayo,
el llanto de la noche, la angustia de la cigarra y grita basta.
Levanta la armadura de la palabra,
el volcán del fuego del verbo.
Resistencia, resistencia activa
con luceros de viento y cielo.
Levántate y rompe el dique de la ignominia
que tu indiferencia no alimente la muerte,
que tu silencio no engendre mas dolor.
Resistencia con armas emplumadas en el horizonte del lucero,
con cometas de fuego de hermandad,
sangre a la sangre, viento al viento,
tierra a la tierra
y un basta de resistencia.
Pon de armadura tu voz,
levanta un muro de ojos abiertos,
pecho desnudo ante la barbarie;
manos de letras empuñando el verso,
la palabra hecha poema.
Tu voz caudal de sentimientos,
tu voz como el cataclismo de arboles,
como la tea de la higuera,
como la honda que rompa el viento
y de pueblo en pueblo un solo clamor
Basta ya no más a la guerra.
Silencio al silencio pero la voz que sea tu verbo,
el que agite el altar de la plegaria,
el que destruya el mortero, la bomba que desciende.
Que se oiga tu voz como terciopelo de fuego
y a la muerte de niños, de ancianos
al inocente que clama, tu voz como alimento
Palabra de pueblos hermanos
Palabra de viento y cielo.
NOCTAMBULA
Estoy distante, pero es una distancia que delimita el tiempo.
Estoy ausente y tu voz no me llega, la siento lejana.
Tu recuerdo emerge como la sombra del desierto,
Como la intemperie del lucero;
Estalactitas de besos que no queman
Pero que hieren mi piel cubierta de deseos.
Una separación vana, casi siniestra,
Dolorosa como la lumbre del papiro,
Como la esfinge de océano.
Bajo las alas de las nubes dejamos escondidos los recuerdos:
poemas, cartas, fotografías.
Encrucijada que me arrastra y devora mi paz celestial,
Como la muerte moldeando su venganza.
Mi pensamiento como ave peregrina, noctámbulo lleno de ensoñación,
Como el arcano de los cielos me hablan de ti.
En el elipsis de mi memoria un soneto cruje
y entre mis labios tú arrinconada, lejana,
sin voz como el tatuaje de tus besos,
Lejos, muy lejos,
Vistiendo la carroza del deshielo,
Bajo otra noche, bajo otro cielo.
Alambique decantado y nutrido con tus recuerdos,
En estado de letargo mi alma tratando de romper sus cadenas,
El mar tratando de romper las suyas.
Ausente y distante en estado de espera,
Gravitación del jardín, inundación del sendero.
Tus manos, el blanco almidonado de tu cuello, la constelación de tus ojos,
El céfiro de tus cabellos, la cumbre de tus senos... solo recuerdos;
Y yo:
Ausente, distante.
SOY POEMA
Mas que historia soy poema...
Soy palabra tejida de sueños
Soy la alborada de tus besos
Tiempo sin límites ni fronteras
Mas que historia soy poema,
Epígrafe del viento
En la vendimia de las luces, mas que un grito,
Más que la voz del viento soy poema.
Palabra tallada con fuego y conocimiento.
Unión de voluntades y sentimientos, soy poema.
Evolución, piedra sagrada, altar de sueños.
Como el canto de los pájaros,
Como el vendaval de los bosques,
Como la furia del tiempo,
Sobre las aguas del cielo,
Mas que historia soy poema.
Como una estampida de luciérnagas
Mas que palabras, soy eco, fulgor,
Soy la voz de los pueblos.
Soy un ramo de olivo, paz eterna,
Soy la liturgia del beso,
El cobre de los secretos,
La melodía inconclusa,
El pentagrama de tu silencio;
Mas que historia soy poema.
Qué seria del hombre sin la palabra hecha poema:
Errante, barco perdido, estrella fugaz,
Lucero sin voz, ángel caído, dolor de olvido.
Palabra y soneto, insinuación de la tarde en versos;
En silabas un canto musical más que historia es un poema.
Epopeya y recuerdo, en ti poema
He dejado mi ser, mi existencia,
A ti mi vida canta y alaba.
VESTIGIOS
("reflexiones de un secuestrado")
¿Que espíritu habita mi soledad e invade mis sentidos? Raíces de fuego que horadan la tierra y hacen sentir la furia del silencio. Mi pecho se comprime y explota sobre las montañas del cielo. Es un deseo y dolor repetido, es la necropsia de un pasado que se abre tortuoso y sangriento. Es la ultima gota, quizá la ultima lagrima, la expiración de un quejido que se acrecienta invadiendo la piel. Desembocadura frágil del río de mis pensamientos cuando invoco tu nombre
Trato de penetrar en el sueño, de comprender el dolor. Trato de saber donde terminara esta angustia, este dolor pútrido que se agiganta con el paso de los días: como será el remate final, la última esperanza de vida, en quien pensare a quien invocare. Deleite y soledad, mezcla inexorable de un sentimiento que como una bandera destrozada hondea sobre el hasta de mis sueños. No pretendo escribir sobre mi vida, ya que no la tengo, más si sobre los harapos de una emoción que se extiende a la humanidad cuando la soledad invade con su tea sanguinaria la melodía del ser y su silencio.
Tengo miedo de la noche acechando mi cuerpo, dejando una marca inexpugnable en mi pensamiento. La luna se niega a acompañarme, sabe que traspasar los límites es dejar que la jauría del miedo invada cada milímetro, sondear las estepas de un continente inexpugnable demarcado con los vestigios de una cultura en decadencia, que se debate en entre el ser y la nada, como una horda de guerreros en busca de sangre. Conciliar el presente con el pasado es trasmutar la alegría en dolor, es revertir la esencia de un sendero donde gravitan los recuerdos.
Civilización que gime, crepita, ahonda el abismo; tras de si una leyenda que sin dejar rastros marca la diferencia: hastió y desprecio. El ser nos ha sido dado, revertiendo la grandeza, desconociendo la magnificencia, un universo creado como signo de poder. Arcilla enmudecida, con voz de trueno (la voz del hombre es un engaño) que devasta la primavera con su estío y su dureza.
Arrasador e implacable somos la selva que cae, como vestigio de una civilización que agoniza.
¿Que espíritu habita mi soledad y mis sentidos? ¿Quien me invade? Fuego de cenizas sobre la tierra, ante el turbión, ante el cataclismo que se avecina. Soledad y destrucción, blanca entrega en llamas, ciego impulso de un mundo que agoniza...
Presiento la muerte
Gildardo Gutiérrez Isaza
Escritor, narrador y poeta Colombiano