Marianela Alegre
(1967) Santo Tomé, Santa Fe. Contadora Pública Nacional
Publicaciones
Colección Álbum: cuentos ilustrados por artistas  santafesinos. Títulos publicados:
El Escribidor. La Hebra Invisible. Qawasqar. El Narrador Silenciado. El Cumpleaños.
Fotos de familia fuera de foco: los entierros.
Juan José Saer: un escritor-río, sin orilllas. Revista ESPACIOS. Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe -2005. Mención de Honor. Premio Artículo Periodístico Literario SADE Córdoba -2005.
Algunos trabajos premiados publicados en:
Karma Sensual. Codroipo, Italia. Antología de Relatos Eróticos.  Edit. El Taller del Poeta. Pontevedra España -2005.
Mujeres que alzan la voz. Antología Concursos Interamericanos de los años 2005 a 2008. Fundación AVON.
Bendito sea tu Cuerpo. Casa del Poeta Peruano y Olandina Ediciones, 2008.  Primer Concurso Mundial de Poesía Erótica.
Silencios de Hielo y Papel. II Certamen de Poesía Ábaco. Editorial Ábaco. Alcalá de Henares (Madrid) -2006
Río Grande Review- Autumn 2010. University of Texas at El Paso.
Instantáneas. Ediciones Universidad Nacional del Litoral -2011

                           LOBOS

I
Venís entrando
en mi cuerpo y
un silencio de bronce
te recibe
y te presiona

detrás de mí
la  puerta negra
la casa negra
la noche negra

venís entrando
mi boca toca ahora
por fin
la pared
es la hora irreal es
la luz irreal
y ese siseo
ese olor único
         
adivinás
el cuerpito blando
morado
violento y caliente
que deja percibir
crujidos intermitentes
...
las palabras quedan
resonando

un mantra originario
resquebraja la tarde.


II
Ahora te veo
sin nombre
con la media tarde
sobre los labios
reconcentrados
...
las manos buscan
el bulto espeso
bajan oprimen
...
el ritmo es
regular
el sudor lustra
la piel y el aire
está quieto
aterciopelado
...
el beso aplasta
la almohada
escucho el gemido
resonar
en el fondo de un jadeo
y el golpe circular
se detiene.


III
Los dientes las uñas
colgajos  tibios
líquidos
resbalando hundiéndose
en la arena

el sol en los poros
las pieles
enrojecidas de mordiscos

las rodillas hincadas
sobre el pasto seco
del verano agotador

el mar lejos lejísimo
(un sueño el mar)
entre la maleza seca hiriente
que te desgarra la espalda
las palmas de mis manos

la cara al sol al ardor
del sol que enciende tu pelo
y el mío nube
que deprende rayos
y agua arrancada
de ese mar lejano
agua que corre hasta
mi vientre encastrado
en el tuyo
también de agua también
de piedra.