Ha publicado los siguientes libros:
Convite (Cuentos)
Historia de un hombrecito que vendía palabras (Fábula ilustrada)
El otro huésped (Poesía)
Al alimón Caribe (Cuentos con Ricardo Vélez Pareja)
De la acera y sus aceros (Poesía)
Novela inédita (títilo en reserva) (Novela)
A la altura de tus heridas (Poesía-en la Red)
Textos diversos, ensayos, traducciones, reseñas en Huellas (Universidad del Norte); La Plaza (Cartagena de Indias); El Universal (Cartagena de Indias); El Heraldo (Barranquilla); Diario del Caribe (Deasaparecido); Viacuarenta (Biblioteca Piloto del Caribe, Barranquilla); La Casa de Asterión (en la Red); Poetas del Mundo (ídem); MediIsla; http://imagineriabruja.blogspot.com (revista bajo su dirección); etc.
Corsario y espejo
La calle se precipita veloz
en mis entrañas.
Desfondado
de ruido y de luz
grávido quedo.
He saqueado de esta calle su noche
y la tristeza inconmensurable
que mi canto canta no lo soy
amigo, yo
yo soy tú
regurgitado abstracto y desnudo
sin la inútil artillería de tu ferocidad
horra de sentido.
Ajenamente azul
Tocar a una puerta impone cómos y cuándos
astucia para amordazar tácticamente la dignidad
una puerta es una cosa rotunda y maciza
que no cede a las mondaduras en las roídas rodillas.
Tocar una puerta como salir de caza
con la pólvora mojada de nuestra fe
baba canina nuestra mirada resbalada.
Toco a tu puerta que mezquina entreabre
climatizada la delgadísima brecha de tu desconfianza
accedo
soy engullido y sin digerir
me vomitas ya fermentado.
¡Llueve!
I
¡Alborotada niña de los rizos de plata!
lluvia pianista, cómo vienes y vences
siempre gratis y de nuevo nueva
la magia antigua de tu música
aportando a esta sola orilla de silencio
donde se crispa mi ser
y fresca me sabes a la calle sacar.
Lluvia de los niños jubilosos
del sapo concertino, de las lombrices y de la siembra
lluvia
para tu pública disertación
disponible llevo siempre mi oreja
decididamente a la orden
para tu ocioso reclamo.
II
La lluvia me lava el rostro
cuerpo abajo se lleva la sal de mi piel
y me endulza los labios.
Del olivo se desprende un sonoro revoloteo:
la evidencia verde en el pico
la paloma vuela a proclamar
que el mundo no se fugó con la lluvia.
Como aquel anciano egiptano
vengo de la lluvia con ingenuos ojos
y como él
busco entre las nubes
el bellísimo arco de Dios.
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