Argentina, nacida en la Ciudad autónoma de Buenos Aires el 18 de marzo de 1972. Profesora en Filosofía y Ciencias de la Religión, Profesora de yoga. Licenciada en Gestión Educativa. Se desempeña como docente secundaria desde 2003 hasta la fecha y es integrante del staff del Taller de Reproducciones Pictóricas Fornieles dirigido por el artista plástico Alejandro Fornieles. Escribe cuentos y poesías bajo el seudónimo La Negra.
Web: www.sannepe.blogspot.com
Facebook: Sandra Nélida Pécora
LA DISTANCIA
I
La distancia
Puede ser abismo o espera.
La que me separa de tus labios
Es promesa.
La que me distancia de quien fui
Es olvido.
La más larga
Es la que separa la razón del sentimiento.
La más corta es la vida misma.
II
El silencio también es distancia
Entre dos que no tienen nada que decirse;
O entre dos
Que tienen que decirse tanto
Y están tan lejos
Que ni sus rostros distinguen en la memoria.
III
Una sonrisa, una mirada, un gesto,
Una mano en amistad ofrecida
Acortan cualquier distancia abrumadora
Y rescatan de la soledad
De esa especie de exilio
En donde la distancia mora.
Yo y tú
En el comienzo es la relación
Martín Buber
Sólo hay presente en el encuentro
Sin un tú que responda todo es pasado.
Somos simples objetos, extraños. Exilados.
Fósiles perennes tratando inútilmente de escaparle a la nada.
Contemplo.
Te contemplo.
Se desata la acción cósmica del Amor,
Mi ser se hace real y único.
Yo-Tú Palabra Primordial.
No soy solo una cosa,
Soy luz que se despliega.
Se abren los ojos del alma
Penetro en tu ser y te entrego el mío.
Te conozco. Te dejo nombrarme.
Te nombro,
Pero sin pronunciar ni una palabra.
No intento tocarte,
Este total despojo me conserva en la Vida.
Vivo la eternidad.
Soy presente.
Pero no se puede vivir solo de presente.
Vuelvo a mí.
Necesito tocarte. Necesito olerte. Necesito sentirte.
Soy terreno otra vez.
Soy pasado.
*
Ya no existen ni el día ni el trabajo,
entramos de plano a otra existencia.
Se apagan los brillos del día
se enciende la luz de nuestra piel desnuda
.Mi deseo se entrega a tus pies y te recorro,
mis labios ascienden tramo a tramo hasta tu boca.
Tu deseo me envuelve y eleva
tus manos y tu lengua en libertad
me enloquecen de placer y dicha.
Me niego a cerrar los ojos,
necesito ver como el amor te ilumina
resaltando aún más tu belleza.
Saliva, olores, calor, movimientos, saltos,
dentelladas, lamidas.
Éxtasis final.
Se detiene el tiempo.
Paso de un sueño a otro entre tus brazos.