MARCELO NASRA
(Buenos Aires, Argentina - 1968 - )
Marcelo Nasra nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1968. Es escritor, músico y licenciado en educación. Autor de la novela “El espejo” (2010) y el libro de relatos cortos “Historias del barrio” (2011). En 2010 es elegido finalista del Premio Caños Dorados (España), Ecoloquia 2010 (Argentina), semifinalista en el Concurso de Poesía Atiniense 2010 y obtiene una mención de honor en el certámen de poesía de SALAC Frías (Argentina).
Varias de sus obras han sido publicadas en diversos medios literarios como Revista Nóumeno (Argentina), Letralia (Venezuela), Revista Cañasanta (Canadá), Revista Cultural Caños Dorados (España), Revista Literaria Remolinos (Perú), Odiseo en el Érebo (El Salvador), Revista NM (Argentina), Artesanías Literarias (Israel), Molino de Letras (México), Revista Poe + (España), Revista Bajo los Hielos (Chile), Vintén Editor (Uruguay), El Cuervo (Argentina), Revista Epigramas (Venezuela), Crear para leer (Italia), OcioZero (España), Noticias literarias de América Latina (Estados Unidos), Prosófagos (Argentina), NGC 3660 (España), Barriada (Argentina), Rincón del Tango (España) y otros más.
Participó en numerosas antologías, entre las cuales se cuentan Hijos de la pólvora: Antología de Relatos Hispanoamericanos (Estados Unidos, 2011), Destacados 2011 (Argentina, 2011), Poetas y narradores contemporáneos 2011 (Argentina, 2011); Elegidos 2011 (Argentina, 2011), entre otras.
Página/s web del autor
https://sites.google.com/site/marcelonasra/
http://www.youtube.com/user/MarceloNasra
Email: marcelo_soy_yo@yahoo.com.ar
SANTA MAGDALENA
Lejos del bullicio, rincón preciado
bordado con arcos color buriel,
conserva celosa la historia fiel
en las casitas y el gris empedrado.
Y en la digna rutina del asceta,
que en la vereda no muestra despecho,
sentado con el respaldo en el pecho
tomando unos mates en camiseta.
Los vagones con paso estridente,
despiertan de su siesta a la farmacia
caminando en procesión a la estación.
A pedir tres deseos bajo el puente,
se dirigen presurosos con gracia
el nieto, el abuelo y su bastón.
PARQUE PEREYRA
En la cálida tarde de verano
Cuando las ventanas duermen la siesta
Tres gorriones celebran una fiesta
Tal vez rindiendo culto a un dios pagano.
Las campanas suenan pero es en vano
Ya que atención a ellas nadie presta,
Cuando a las cuatro la vigilia cuesta
Y el despertar es castigo inhumano.
¿Será que las horas se han detenido
a descansar en la alfombra esmeralda
En lugar del andar inclaudicable?
Febo continuará su recorrido
Y a la basílica dará su espalda,
Tiñendo todo de una sombra amable.
SILENCIOS
Sólo las estrellas pueden saber
En el firmamento distante y frío,
Qué inmensa soledad debe haber
En las noches de invierno y de hastío.
La quietud exaspera los sentidos;
Los árboles, pétreas figuras son.
El silencio provoca a los oídos
Y el negro paisaje a la razón.
Las luces de mercurio enhebradas,
Cual recta imperfecta suben la calle
Hasta en el horizonte sumergirse.
En somnolientas veredas quebradas
No hay un solo tesoro ni detalle
Que alivie el sopor de quien quiere irse.
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Poesía Contemporánea
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