CARLOS TÉLLEZ ESPINO
(Cuba - )
Cubano que vive en la Ciudad De Las Tunas, graduado en la especialidad de Dirección de La Facultad de Cine, Radio y TV del Instituto Superior de Arte.
Poeta. Guionista y Director de Programas de Radio y Televisión. Licenciado de la primera graduación en la especialidad de Dirección de la Facultad de Audiovisuales del Instituto Superior de Arte, Filial Holguín, año 1995.
Ha obtenido numerosos premios provinciales y nacionales en Poesía. Publicó los libros Hambre del Piano (poesía) y Campanadas (poesía para niños). Textos suyos han sido publicados en diferentes revistas de Las Tunas, Cuba, España, Argentina, México, Uruguay, Venezuela, E.U. Ha sido incluido en diferentes antologías de poesía en Cuba y otros países. Ha realizado entrevistas a intelectuales de Las Tunas, Cuba, incluidas en la radio y la TV, así como en revistas y portales culturales en Internet. Ha sido jurado en diferentes concursos literarios y multipremiado en disímiles festivales de Radio, TV y Video. .
Ha realizado Spots, Promociones y menciones para eventos culturales, jornadas de la Cultura y Cucalambeanas, documentales, publirreportajes y ha colaborado en Multimedia y campañas promocionales para distintas Instituciones culturales.
ELOGIO DE LA CULPA
Nadie venga con el oficio tierno
del agua. Nadie compre los acuarios
vacíos. Escuchen, hay escenarios
cómplices, hay un corazón paterno
que no es. Escuchen: nada será eterno
ni mortal. Nadie venda los horarios
de la culpa -los torpes incendiarios
mueren de amor- Nadie renuncie al cuerno
de la paz. Nadie, para refugiarse,
invente de la lluvia algún invierno.
Nadie venga a vender su sempiterno
talismán. Nadie quiera profesarse
Padre y Dios. Ya nada podrá salvarse
fuera de mí, no importa cuál infierno
ORACIÓN POR EL AHOGADO
Intermediaria la madera, el mar
propone otra aventura, marinero.
Tú lo olvidaste. Ahora, misionero
de la muerte, decides convocar
la vida. Lo olvidaste al levantar
el ancla, pero el tiempo, bandolero
sin rostro, puede más que el carpintero
y el árbol. De nada vale nadar
líquido el aire, la madera inclina
el pecho a las columnas de agua. Todo
cae. Un cuchillo de luz despedaza
un trozo de cielo. Tu cuerpo termina
como anzuelo. Algo nos duele. No hay modo
de salvarte. Lejos, un barco pasa.
PALABRAS A TESEO
Pongo en tus manos el hilo
sombra adentro. Tantos odian
mis palabras y salmodian
el silencio. No vacilo,
PONGO EN TUS MANOS EL HILO
SOMBRA ADENTRO. Nada instauro,
nada destruyo. No hay lauro
para los reyes. No hay dioses
ni laberintos feroces.
Ni Ariadnas, ni Minotauro.
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