LUCY ORTIZ
(El Salvador - )
Salvadoreña nacionalizada canadiense. Nació en El Salvador un 13 de diciembre. Lucy Ortiz es una mujer con anhelos de hacer de este pequeño espacio terráqueo un lugar donde vivir sea agradable y digno, con la esperanza de cambios sociales que no sólo beneficien a unos cuantos, en donde no sea posible tolerar las medidas injustas que algunos seres aplican a sus semejantes.
En 1988 creó el Grupo Cultural Educacional “Los Pipiles”, con niños hispanoamericanos de Vancouver.
En 1992 creó la Brigada Juvenil de Apoyo a El Salvador.
En 2002 creó el Proyecto Cultural Sur Vancouver.
Publicó su primer poemario “Debajo de la Tormenta” en Antología 2001 del Mundo de la Poesía, en Vancouver.
En 2003 publicó “Una gota en el desierto” en la antología Voces Latinoamericanas de Vancouver, con la Asociación de Poetas y Escritores Latinoamericanos de la Columbia Británica, de la cual se desempeñaba como Secretaria.
En 2005 publicó “Amores del Río” en Antología Voces del Sur con el Proyecto Cultural Sur Vancouver.
En 2007 publicó su primer libro “Osmosis etéreo”.
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CON LA TINTAS DE MI SANGRE
Con la tinta de mi sangre voy a pintar tu color
pajarito adolecente alegre de dulce cantar
con las llamas de tu andar voy curar mi mal
y cuando se mueva la tarde entraras
por el ventanal, aleteando juguetón
Te estrecharé en mis brazos
pajarito hechicero y cerraré mis ojos
para tenerte en mis sueños, verte por los agujeros,
pajarito mañanero.
Y ante la mirada de la luna, que apenas
su luz asoma, por la rendija de la ventana,
pajarito encantador alistas tu blancas alas
para volar a otro cielo mientras yo
me desespero.
Y guardo tu equipaje sencillo como mi vida
dos plumas que se quedaron pegadas
en mi sendero, con ellas hare un lucero
para verte en las madrugadas y cuando el frio
me ábrase me abrigare en tus alas
mientas mis labios mi boca, gritan: te amo; te quiero.
LOS OJOS DEL SOL
La mirada del sol ardiente
llego hasta a mi ventana,
vino fiel a saludarme
creerlo yo no quería,
estaban lloviznando mis ojos,
unas lágrimas amargas
tormenta desesperada,
abrí la cortina de mis ansias
para ver porque lloraba,
eran las misma puntadas,
era mi dolor pautado
tome los descalzos pasos
y fui hasta mi amigo espejo.
Su rostro siempre estaba triste,
sus ojos enrojecidos,
su mirada era interrogante
había una pesadilla flotando
entre las dos miradas.
Entonces decidí buscarte
en el ruido de las hojas,
en el olor de flores,
en el viento que pasaba,
en la mañana beligerante
un reto a la madrugada.
Te busque en el silencio,
en la solitaria calle,
en la mirada del semáforo.
en la misma lejanía
donde se pierde el espacio,
sólo un murmullo de pájaros
se abrazaban y hablaban,
quise entender su lenguaje,
pero se partía mi alma
solo tu voz escuchaba.
Entonces regrese al espejo
era triste su mirada, quise
por mi olvidarte pero
los ojos del espejo nunca
me lo aceptaron
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