Poeta, docente de literatura, promotora de lectura y cantante. Facilitadora de talleres de creación literaria para niños, niñas y jóvenes de la Casa Nacional de las Letras "Andrés Bello". Galardonada por el CENAL con el V Premio Nacional del Libro Región Centro Occidental 2007 como "Mejor promotora de Lectura infantil y juvenil". IV Mención de honor en concurso de poesía internacional “Sin Fronteras” (México 2010). Ganadora del I Concurso “Poetas del Nuevo Milenio, (LETRASKILTRAS-CHILE, Septiembre 2011). Ha publicado: el poemario "Desnuda y sin afanes" (Perro y la Rana 2008). Posee inédito el poemario “De pie sobre una flor amarilla” (2011).
Recuentos y memorias
Perdóname si ya no soy aquella transparencia
justo me quedé a la mitad del camino, me fui tan lejos de ti como pude.
Hoy me miro, me escucho esta mañana y mi cuerpo está vacío
entonces murmuro y lloro por cada parte de ti.
Tengo miedo de estar sola y te ofrezco mi cabello y mis ojos
te ofrezco mi historia confusa y mis besos a punto de estallar.
De aquel día en que todo quedó atrás
sólo conservé la última carta que me enviaste
y las palabras en puntillas se arrastran todavía en mis pensamientos
me recuerdan que sí estoy sola y tiemblo.
Muchas veces he querido escaparme pero viene el tiempo y todo lo envuelve
haciendo recuentos y memoria
y es inútil, inútil toda huida
y es inútil, inútil amarte tanto.
Nueva Morada
“En mi jardín avanza un pájaro
Sobre una rueda con rayos de música persistente
Como un molino vagabundo.”
Emily Dickinson
Mis manos gotean raíces
y hay una segura permanencia en esta nueva casa
los capullos guardados de hace tiempo
como agua sobre las rocas extienden sus brazos
nuevo cuerpo
viejos pecados
y el verso solo mío como esta morada
lejos de todo
mirándome respira.
Esta nueva casa no tiene llaves
aquí conviven ángeles y demonios
un pájaro que cruza
una loca desnuda
y treinta años a salvo del viento.
Yo que soy poeta
Yo que soy poeta
y ensarto mis manos delicadamente sobre la mudez de la muerte
escribo en las paredes, en la luna.
Vago por la tierra, sobre la roca
busco a Dios en mi sudario y escribo lo que no puedo escribir.
Mi casa está abierta, entran y salen huéspedes silenciosos
soy un hombre pequeño
la voz de los árboles
la tierra que gira arrodillada
un poema que abre sus labios.
Yo que soy poeta
me disuelvo en los pedazos de lienzo
doy vueltas entre el agua de la noche
y todo se esclarece ante mí.
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